El modelo de intervención Desarrollo Rural, busca que las personas y familias campesinas construyan un camino al desarrollo rural sostenible a través de un proceso de planeación participativa y análisis colectivo del territorio, identificando sus capacidades endógenas y atendiendo sus debilidades. La metodología se centra en talleres participativos, herramienta donde la comunidad hace el análisis de su situación, de sus formas de organización, de sus sistemas productivos y de su entorno, y donde las personas manifiestan su sentir acerca del proceso.
Busca la construcción del territorio desde quienes lo viven y en esa medida se configura como medio de conocimiento, en tanto a partir de aprendizajes, las comunidades se apropian de sus realidades y ejecutan sus designios sobre el territorio, derrumbando el paradigma de la comunidad como receptora de contenidos y en su lugar, dibujándose como creadora y protagonista de su propio desarrollo.